En los pequeños fragmentos de piedras locales -materia considerada mayormente como deshecho por la gran industria- vemos la oportunidad para construir una nueva geología y recrear, de un modo artesanal, la historia del territorio que habitamos. Al unir fracciones de piedras de orígenes distintos del Ande, reorganizamos un territorio y un tiempo que, de alguna manera, habíamos fragmentado. Este proceso nos habla de las interacciones entre las distintas alturas y geografías, así como de la correspondencia entre la transformación rápida que hace el hombre de su hábitat frente a los lentos procesos geológicos que suceden desde hace miles de años y se encuentran visibles en la corteza terrestre. Más allá de construir un objeto, la intención fue crear una pieza como un territorio o un lugar al cual podamos relacionarnos con nuestro cuerpo a través de su estado inacabado, abierto, en constante transformación.
Esta pieza quedó finalista en el Premio ICPNA Arte Contemporáneo 2019.
Escultura tallada a mano con distintas piedras del ande peruano. Handcarved sculpture with different rocks from Peruvian Andes.